LOS ORIGENES DE LOS VIAJES
Desde la invención de la rueda hasta los vuelos del transbordador espacial, la fascinación –e inevitablemente la necesidad- de viajar ha inspirado interminables innovaciones en el comercio, la tecnología y la educación. Desde que se sembraron las primeras semillas de la civilización, la insaciable sed de conocimientos, aunada a las imperativas necesidades de la supervivencia, ha impulsado a los seres humanos a recorrer la superficie del globo. En el comercio, en la exploración, en las actividades recreativas, ninguna experiencia ha rivalizado jamás con el impacto de las osadas aventuras de los viajes.
LOS ORIGENES DEL TURISMO
Mucho antes de que los seres humanos pudieran viajar por carreteras, navegar en barcos o remontarse a las alturas en aviones, el único método práctico de transporte del que disponían eran sus propias piernas. Los primeros humanos eran cazadores impulsados a viajar por la necesidad de cazar para comer (venados, bisontes, aves y otros animales). Poco después de que llegó a su fin el último periodo glaciar, alrededor del año 8000 a. C., aparecieron los primeros comerciantes, quienes usaban conchas marinas ordinarias como dinero. Los pueblos que vivían tierra adentro, lejos de la costa, apreciaban las conchas para usarlas como joyería decorativa; así surgió la primera tendencia de la moda en el mundo.
Los Viajes por Tierra
El primer vehículo, el trineo, se originó en la helada tundra del norte de Europa alrededor del año 7000 a.C. Sobre la tierra desnuda, los hombres vertían grasa de leche delante de las cuchillas, mientras las mujeres tiraban del trineo con ayuda de unas correas de cuero. Las bestias se usaron por primera vez para la transportación en el antiguo Egipto, alrededor del año 3500 a.C. en un antiguo grabado hallado en una tumba egipcia están representados tres exasperados jornaleros quienes tratan de mover a un obstinado burro. El uso de los animales como un medio de transporte fue, obviamente, un paso hacia adelante, pero la invención de la rueda fue por mucho el acontecimiento más importante en la evolución de la humanidad (y del mundo de los viajes).
Después de siglos de remolcar a pie los trineos, los comerciantes al fin idearon colocar troncos debajo de las cuchillas y así rodar el trineo hacia delante. Los conductores recogían cada tronco después que el trineo rodaba encima de él y volvían a colocarlo más adelante. Por último, a algún ingenioso conductor se le ocurrió fijar los troncos a un eje, inventando así la carretera. Un grabado en piedra, hallado en lo que ahora es Iraq y fechado en el año 3000 a.C., representa varios trineos con cuchillas encaramados encima de unas ruedas. La tumba del rey Abargi de Sumeria, erigida alrededor del año 2800 a. C., contenida dos carreteras de cuatro ruedas, cada una con los restos de tres bueyes.
Una variación de la carrera, la carroza, convirtió a los sumerios en los guerreros más temidos de su época. Los griegos empezaron a usar caballos para tirar de las carrozas alrededor del año 1700 a.C.; no mucho tiempo después, los ejércitos egipcios, africanos e indios empezaron a usar el eficiente vehículo. Alrededor del año 1000 a.C., bajo la dinastía Chou, los chinos crearon el primer sistema de carreteras, con posadas para los viajeros y “áreas de descanso” a un lado del camino y protegidas por la sombra de los árboles.
Los Viajes Por Mar
Las embarcaciones se pusieron de moda por vez primera alrededor del año 6000 a. C. En la antigüedad, en el río Nilo había toda clase de barcazas y lanchas impulsadas por remos, muchas de ellas con intrincadas inscripciones decorativas. Al fin, a algún navegante anónimo se le ocurrió la idea de instalar una rama de árbol erguida contra el viento para impulsar la embarcación sin ayuda de remos.
Las velas de lino no se usaron sino hasta casi 3 mil años después. Los fenicios fueron los primeros marinos mercantes quienes construyeron una gran flota para llevar a sus emprendedores comerciantes a través del Mediterráneo. Mientras tanto, los vikingos, celtas, griegos y romanos, pueblos más guerreros, se concentraron en la construcción de formidables armadas.
Alrededor del año 2000 a.C., los polinesios de las islas Samoa navegador en canoas equipadas con flotadores laterales hasta las islas Marquesas, usando el sol, las estrellas, las corrientes y los patrones de vuelo de las aves para surcar el Pacifico. Finalmente, lograron instalarse en las islas de Tahití y sus alrededores, pero las incesantes guerras volvieron a arrojarlos al mar. Entonces se dirigieron hacia el norte y realizaron una increíble jornada de 3200 kilómetros en canoa para llegar a las islas hawaianas.
El Nacimiento Del Turismo
El comercio y el turismo no fueron las únicas razones que impulsaron al hombre a recorrer el globo. En el año 164 a.C., el historiador Filón de Biblos describió las siete maravillas del mundo: las pirámides de Egipto, el faro de Alejandría, los jardines colgantes de Babilonia, el coloso de Rodas, el templo de Zeus (Júpiter), el templo de Artemisa (Diana) y la tumba de Mausolo en Halicarnaso. Incluso en épocas antiguas las siete maravillas eran atracciones turísticas populares; en la actualidad sólo quedan las pirámides.
En el año 1275 d.C., Marco Polo viajó en compañía de su padre y su tío a Bagdad y luego cruzó el desierto de Gobi hasta la ciudad Prohibida de Pekín. Allí conoció al gobernador más poderoso de esa época, Kublai Khan. Cuando regresó a Venecia 17 años después, Marco Polo escribió un libro que convirtió a los viajes y la exploración en el tema más comentado en Europa.
La era de los descubrimientos
Después de Marco Polo, las tribus dispersas del mundo tenían tres motivos para viajar: comerciar, entablar guerras y mezclarse con nuevos pueblos. Decidido a encontrar otra ruta para llegar a Oriente, Cristóbal Colón, un navegante italiano, admirador de Marco Polo, convenció a la corona española de que financiara un “breve” viaje para llegar a Japón. Colón subestimó la distancia en casi 13 000 Km. Y no tenia idea de que un nuevo continente aparecía en su camino. En el año de 1492, después de 70 días en el mar, a pesar del buen tiempo y de una navegación sin tropiezos, la inquieta tripulación empezó a amotinarse. El mismo Colón llegó a creer que había navegado más allá de Japón.
El día 12 de octubre del mismo año a las 2:00 a.m., un marinero llamado Rodrigo de Triana avistó un risco blanco iluminado por la pálida luz de la luna. Cuando el amanecer reveló la costa recién descubierta, Colón y su grupo de desembarco pusieron pie en la isla de San Salvador, en las Bahamas. Creyó que había llegado a las Indias, el gran explorador nunca supo, incluso hasta antes de su muerte, que había descubierto un nuevo continente.
La expedición de Colón convirtió los viajes trasatlánticos en algo común. Los portugueses, españoles, franceses, holandeses e ingleses financiaron viajes de exploración y conquista. El italiano Américo Vespucio y los ingleses John Cabot y Sir Francis Drake navegador hasta el Nuevo Mundo y más allá. La expedición del portugués Fernando de Magallanes fue la primera que circunnavegó el mundo a principios de 1520. La siguiente fase importante de las exploraciones ocurrió en el siglo XVIII, cuando James Cook navegó el Océano Pacífico de polo a polo. En el sur reclamó Nueva Zelanda y Australia para el Imperio Británico y sorprendió a los “nobles salvajes” de Thaití con la aparición de su “gran canoa”. En el norte exploró la costa de Alaska, desafiando los peligrosos estrechos salpicados de témpanos de hielo flotantes (icebergs), a menudo en medio de severas tormentas. Hasta nuestros días incontables islas, penínsulas, ciudades, hoteles y tabernas llevan su nombre, desde Anchorage, Alaska, hasta Sídney, Australia. A los 51 años de edad, Cook fue atacado por los nativos de Hawai, quienes le dieron muerte y desmembraron su cadáver, después hirvieron con reverencia sus huesos, pues creyeron que era un dios.
La Era Del Ferrocarril
La creación de la diligencia impulsó en forma considerable el crecimiento de los viajes por tierra. Los carruajes tirados por caballos aparecieron por primera vez en Hungría hacia 1600; para 1668 el carruaje se había convertido en un instrumento indispensable de los viajes y el comercio ingleses. No obstante, los primeros viajes por tierra eran muy penosos debido a las malas condiciones de los caminos. La construcción de carreteras se inició en serio hacia 1790, primero en Escocia y después se extendió por toda Gran Bretaña y Europa Occidental.
La invención del ferrocarril en Alemania, en el siglo XVII, revolucionó tanto los viajes como el transporte. Los primeros ferrocarriles usaban vías de madera, y no fue sino hasta principios de 1800 cuando aparecieron en Estados Unidos las primeras vías de acero. El moderno tren de pasajeros le debe sus inicios al esfuerzo del inventor británico James Watt quien, con la ayuda de un joven ingeniero llamado William Murdock, produjo un carruaje de tres ruedas impulsado por un motor de vapor.
En 1835, el doctor William Church inauguró un carruaje de vapor llamado “omnibus”, el cual transportaba a cuarenta pasajeros entre Londres y Paddington. El primer “vagón de tren” , un carruaje de vapor colocado sobre rieles, fue el Invicta, el cual podía transportar 70 pasajeros y 26 toneladas de carga, pero que era tan pesado que aplastaba los rieles bajo su peso.
El padre del sistema de ferrocarriles y de la locomotora de vapor fue George Stepheson, quien construyó el primer ferrocarril en Inglaterra, el cual daba servicio entre Stockton y Darlington. El 27 de septiembre de 1825, su máquina de vapor, la Locomotion, arrastró 34 vagones atestados con 450 excitados pasajeros y una carga de carbón y harina. La Locomotion, y la estación de ferrocarril más antigua ubicada en Darlington, se convirtieron desde entonces en un monumento. El segundo gran triunfo de Stepheson fue el Rocket, una locomotora que alcanzó una nueva velocidad récord de 29 millas (47km) por hora con pasajeros y de 35 millas (56 km) por hora sin ninguna carga.
Estados Unidos , ansioso de expanderse hacia las fronteras occidentales, se apresuró a adaptar y mejorar la nueva tecnología del ferrocarril. En 1829 Horatio Alger, un ingeniero del ferrocarril de Carolina del Sur puso en servicio una locomotora europea en el primer ferrocarril estadounidense en Quincy, Massachusetts. La locomotora experimentó constantes mejoras a todo lo largo del siglo XIX y se convirtió en el medio de transporte dominante en Europa, Asia y el continente americano.
Los viajes en ferrocarril antes de 1840 eran incómodos en el mejor de los casos. Un típico vagón tenía cupo para un máximo de 50 pasajeros, sentados en duras bancas de madera y en un reducido compartimento saturado de hollín, humo y chispas. En 1858, un ebanista, llamado George Mortimer Pullman, diseñó un elegante vagón dormitorio con delicados asientos de madera, cortinas, gabinetes de aseo y camas retráctiles. El Pullman Palace Car hizo su primera aparición el 1° de septiembre de 1868. Al siguiente año, Pullman creó un “vagón hotel” todavía más lujoso, con instalaciones para comer y para dormir. En su viaje inicial entre Chicago y Nueva York, el nuevo vagón Pullman ofreció un menú de Welsh rarebit (Queso derretido con cerveza y leche, sobre pan tostado), jamón y bistec.
La era del buque de vapor
El James Monroe, el primer buque velero diseñado para la navegación trasatlántica regular, zarpó de Nueva York el 5 de enero de 1818, llevando una carga de correo, rumbo a Liverpool, Inglaterra. En el transcurso de diez años, el Atlántico se vio cursado por flotas de barcos de pasajeros que hacían viajes rutinarios entre Europa y América.
Al siguiente año, un barco con máquina de vapor, el Savannah, cruzó el Atlántico bajo el mando del capitán Moses Rogers. Cuando llegó resoplando a aguas irlandesas el 17 de junio, con su chimenea arrojando vapor, los observadores, invadidos de pánico, pensaron erróneamente que el barco estaba incendiándose.
Para mediados del siglo XIX, los mares estaban dominados por los barcos veleros, los cuales eran navíos esbeltos y veloces con varios mástiles, una proa puntiaguda y velas cuadradas.
Durante la “Fiebre del Oro” en California en 1848, los veleros transportaban a los buscadores de fortuna desde la Costa este y 20 años después transportaban té y lana desde China y Australia. Para finales del siglo, el transporte de pasajeros entre Europa y América del Norte lo dominaban veloces buques de vapor de 20.000 toneladas y muchos de ellos llevaban a los inmigrantes hacia el continente americano.
El Primer Agente De Viajes
En 1841, Thomas Cook, un carpintero británico y misionero bautista hizo arreglos para el transporte de 570 pasajeros en ferrocarril, quienes viajaban para asistir a una convención de abstemios. Cook, ferviente abstemio que combatía el alcoholismo, alquiló un tren desde Loughborough, hasta Leicester, en donde se reuniría la Sociedad de Abstemios. También imprimió folletos anunciando que serviría “té y bollos” y habría “música de una banda militar” durante el recorrido de 16 km, todo por el precio de un chelín (alrededor de 15 centavos de dólar). El 5 de julio el tren especial salió a tiempo de Loughborough; ésta fue la primera excursión organizada del mundo.
Cuatro años después, Cook se convirtió en agente de viajes de tiempo completo; coordinaba excursiones en ferrocarril y en barcos de vapor en Inglaterra, Escocia y Europa. Lo que hizo factible su empresa fue su habilidad para convencer a los operadores de los ferrocarriles de que le pagaran una comisión por cada boleto que vendiera. Casi sin ayuda, Cook logró sacar los viajes a grandes distancias del reino de la aristocracia para ponerlos al alcance del ciudadano común.
Organizó la primera excursión internacional del mundo, desde Inglaterra, para visitar la Exposición de París en 1855, pero logro que coronó sus esfuerzos sucedió el siguiente año, cuando organizó un recorrido por el continente europeo. Desde entonces, en Estados Unidos la expresión “Cooks tours (excursiones de Cook)” se ha incluido en el lenguaje cotidiano como una referencia humorística a cualquier excursión informal con guía.
En 1891, la American Express Company, una subsidiaria de la línea de diligencias Wells Fargo, introdujo el cheque de viajero. Las oficinas de American Express se encontraron entre las primeras agencias de Estados Unidos que ofrecieron reservaciones de viajes para el público general.
La cadena de agencias de viajes minoristas más grande del mundo, Ask Mr. Foster, la fundó en St. Augustine, florida, hacia 1880, un vendedor de baratijas, Ward G. Foster, propietario de una modesta tienda de regalos contigua a un hotel de veraneo. Foster, un ávido estudiante de geografía, rápidamente se convirtió en un centro de información sobre viajes. Los empleados de la recepción del hotel les indicaban a los huéspedes que solicitaban consejo acerca de un viaje que cruzaran la calle y “le preguntaran al señor Foster”.
La Edad De Oro De Los Hoteles
La difusión de los viajes por tierra creó una demanda de alojamientos cómodos e higiénicos. Antes del siglo XIX, los alojamientos se limitaban primitivas posadas a la orilla del camino, en las cuales no se contemplaba la higiene básica y la intimidad. Los antiguos romanos, hábiles constructores de carreteras, erigieron establecimientos llamados hospitea a lo largo de sus carreteras pavimentadas. Los viajeros podían comprar pan y vino, por un céntimo, y un haz de heno para las mulas por dos. El costo era bastante razonable, pero la compañía no era agradable; los huéspedes y los caballos compartían el alojamiento para dormir.
Siguiendo el ejemplo romano, las tabernas de la Europa medieval combinaban el servicio de alimentos y bebidas con el alojamiento, pero sin preocuparse mucho por la higiene ni las comidas. Las camas, así como la habitación, debían compartirse con otros valores y los precios y las tarifas eran exorbitantes.
El advenimiento del hotel moderno mejoró en gran medida la perspectiva de los viajes nacionales e internacionales. Los primeros hoteles construidos en Europa estaban reservados para los aristócratas, ya que sus precios eran prohibitivos para el ciudadano común. En la América colonial las tabernas siguieron el modelo de las posadas europeas.
El primer establecimiento dedicado a brindar alojamiento en Estados Unidos, El Tremont House, se inauguró en Nueva York en 1919, como un heraldo de la “Edad de oro” de los hoteles. Al Tremont le siguieron el Waldorf-Astoria en Nueva York, el Palmer House en Chicago y el elegante Grand Hotel en San Francisco. La Gran Depresión estuvo a punto de acabar con la Industria Hotelera, pero un administrador de hoteles, Conrad Hilton, logró mantenerse a flote como resultado de sus inversiones en petróleo y gasolina.
Hilton, nació en el estado fronterizo de Nuevo Mexico en 1887. Cuando era adolescente se ganaba la vida esperando la llegada del tren a las 3:00 a.m. para rentar las habitaciones desocupadas en la casa de su padrea los agentes viajeros. Por una estancia de una noche y tres alimentos, preparados por la madre y las hermanas Hilton, se cobraba 2.50 dólares.
En 1919, Hilton viajó a Cisco, Texas, con la intención de adquirir un banco. Cuando las negociaciones fracasaron, en vez del banco compró un hotel, el Mobley, que estaba destinado a convertirse en la piedra angular del imperio hotelero Hilton.
Durante 20 años siguientes, Hilton construyó nuevos establecimientos, mientras trataba de adquirir los más famosos de los “grandes hoteles”. En 1942 adquirió el Town House, en Los Ángeles, y un año después, los hoteles Roosevelt y Plaza en la ciudad de Nueva York. Siete años después logró la ambición de toda su vida: ser el propietario del Waldorf-Astoria.
A la larga, la cadena se consolidó como la Hilton Hotel Corporation. La cual en los años siguientes compró o construyó hoteles de lujo en todo el mundo bajo el nombre de Hilton.
En los años 50, las tres cadenas hoteleras más grandes, Hilton, Sheraton y Statler, se enfrentaron en una feroz competencia. La Sheraton.Hotel Corporation logró comprar la cadena Statler, formando así lo que en esa época era la organización hotelera más grande del mundo.
La Aparición del Automóvil
El primer vehiculo con motor de gasolina se creó en Alemania, pero fueron las técnicas de manufactura de línea de ensamble y el automóvil de pasajeros Modelo T de Henry Ford los que capturaron la imaginación de un público ansioso de viajar. Fascinado por la idea de los carruajes que no requerían ser tirados por caballos, Ford creó su propio “cochecito de gasolina” en 1892 y cuatro años después, ensamblo un vehículo más elaborado, al cual llamó cuadriciclo, en un cobertizo en la parte trasera de una granja. Demasiado grande para caber por la puerta del cobertizo, fue necesario desarmar el vehículo y volver a ensamblarlo en el exterior. Con un capital prestado de 100 mil dólares, organizó la Ford Motor Company en 1903.
Cinco años después, Ford le presentó al público su obra maestra; el Modelo T, el cual creó un mercado ni siquiera imaginado y sin paralelo para los automóviles deportivos y de lujo. Para 1927 se habían distribuido por todo Estados Unidos más de 15 millones de “automóviles baratos”.
La Era de Los Moteles
En 1951 Kemmons Wilson, un contratista de la industria de la construcción, inauguró un modesto establecimiento a un lado de la carretera, con la intención de atraer a los automóviles, justo en las afueras de Memphis, Tennessee. Tratando de complacer los gustos de las familias que salían de vacaciones, Wilson bautizó a su nuevo establecimiento con el nombre de Holiday Inn, en honor a la película estelarizada por Bing Crosby en 1942. E la actualidad, la organización Holiday Inn se extiende por todo el mundo. Se ha calculado que el 92% de los viajes estadounidenses ha pasado por lo menos una noche en un Holiday Inn.
El advenimiento del hotel para automovilistas, o motel, coincidió con el fin de la segunda guerra mundial. Miles de veteranos de guerra, desembarcados por las fuerzas armadas en las costas de Estados Unidos, empezaron a recorrer las carreteras y crearon un enorme auge en la construcción de nuevos moteles.
Estados Unidos emprende el vuelo
Casi al mismo tiempo que Henry Ford ensamblaba su primer vehiculo terrestre con motor de gasolina, Orville y Wilbur Wright experimentaban con una bicicleta con alas que podía volar como un ave. Sus sueños cristalizaron en Kitty Hawk, Carolina del Norte, el 17 de diciembre de 1903, cuando su avión prototipo voló casi cinco metros sobre una dehesa donde pacían algunas vacas.
Cinco años después, un temerario francés, Louis Beriot, voló en un aeroplano de un solo motor sobre el canal de la Mancha. Un aviador estadounidense, Galbraith Rodgers, deseoso de superar lo hehco por Beriot despegó de la ciudad de Nueva York en 1911 y , después de 49 días y 19 de aterrizajes de urgencia, llegó a la ciudad de Pasadena, California.
El servicio aéreo regular de pasajeros se inició en Alemania de 1919, entre Berlin y Weimar la línea aérea “oficial” de Estados Unidos. Pan American Airlines, empezó a volar entre Florida y Cuba en 1927.
Transcontinental Air Transport creó el servicio de pasajeros a través de Estados Unidos dos años después; para ello contó con la ayuda de los ferrocarriles. Los pasajeros volaban durante el día y por la noche viajaban en tren. En 1935, Pan Am inició sus servicios con el famoso China Clipper, un lujoso hidroavión de cuatro motores que transportaba a 18 mimados pasajeros de San Francisco a las Filipinas en 60 horas.
Delta Airlines empezó a operar en 1925 con una pequeña flotilla de aviones fumigadores. En 1934 la compañía inició el transporte de correspondencia de Fort Worth a Atlanta, y en los años 60 inició el servicio de pasajeros de costa a costa. Otra histórica compañía de transporte aéreo, Varney Airlines, empezó como una pequeña compañía dedicada al transporte de correo en 1926, dos semanas antes de que su rival, Western Air Express, hiciera su vuelo inicial. Con el tiempo, Varney y otras tres líneas aéreas se fusionaron para formar United Airlines. Poco después, Western Air Express se fusionó con Transcontinental y una tercera compañía para crear TWA.
Cuando el temerario Charles Lindbergh sobrevoló el Océano Atlántico había 30 líneas aéreas comerciales en operación, dando servicio a sólo 60 millas (97km) de rutas aéreas.
La era del Jet
Los viajes transoceánicos cambiaron la imagen del servicio de pasajeros en jet. Solo las aeronaves más grandes, con tres o más motores, podían volar sobre el océano. La primera fue un Focke-Wulf Condor, fabricado en Alemania, que transportó pasajeros y cuatro miembros de la tripulación de Berlín a Nueva York; el tiempo de vuelo fue de 24 horas.
En 1934, la compañía Douglas, en Santa Mónica, California, empezó a fabricar el DC-2, un avión de dos motores con capacidad para 14 pasajeros. Tres años después introdujo el DC-3, el cual tenía un fuselaje ligero hecho de una aleación de aluminio. El primer avión de pasajeros capaz de navegar de noche, el DC-3, más que cualquier otro adelanto, hizo que los viajes en avión fueran algo común para millones de viajeros.
En 1938, la Douglas empezó a producir un avión de cuatro motores, el DC-4, específicamente para vuelos a grandes distancias.
En los años 40, con el desarrollo del turbo jet, las aeronaves de pasajeros empezaron a volar cada vez a mayor velocidad y a recorrer mayores distancias. En 1942, la Lockheed introdujo el primer avión de reacción comercial, el Shooting Star, que alcanzaba velocidades hasta de 600 millas (966km) por hora. Los aviones de turbo propulsión mitad jet y mitad propulsión, fueron los más populares a principios de los años 50. El primer avión de turbo propulsión, el Vickers Viscount, funcionaba con cuatro motores Rolls-Royce. El Viscount y sus contemporáneos, el Lockeheed Electra y el Illyushin, fabricado en Rusia, todavía están en servicio en algunas aerolíneas pequeñas, principalmente para el transporte de carga.
Los motores jet permitieron alcanzar grandes velocidades, lo que requirió ciertos cambios en el diseño de los aviones de pasajeros. Entre otras mejoras, los aviones se volvieron más esbeltos y sus fuselajes más lisos. El primer servicio de pasajeros en jet se inauguró en 1952, usando un De Havilland Comet Fabricado en Gran Bretaña. El primer jet comercial estadunidense fue el Douglas DC-8, con capacidad para 130 pasajeros y un alcance de vuelo de 4000 millas (6437km). El Boeing 707 se introdujo el mismo año y muy pronto fue el avión de pasajeros más popular en todo el mundo. El 707 sigue funcionando en la actualidad, principalmente como transporte de carga aérea.
El Douglas DC-9 de dos motores fue creado para cubrir distancias cortas, con una capacidad de entre 70 y 90 pasajeros. Su equivalente, el Boeing 727, fue diseñado con tres motores y una puerta debajo de la cola para el abordaje de los pasajeros. En la actualidad se usan algunas versiones especiales de estas aeronaves.
El 15 de marzo de 1970 nació una nueva generación de jets comerciales: entró en servicio el Boeing 747 , el Jumbo Jet. Tan alto como un edificio de cinco pisos, el 747 tiene un radio de acción de 5800 millas (9334km) y una capacidad para 470 pasajeros.
La McDonnell-Douglas invirtió 1.2 millones de dólares para desarrollar el DC -10, ligeramente más pequeño , con un radio de acción de 4400 millas (7100km) y capacidad para 345 pasajeros. Para el Lockheed l-1011 TriStar se usó un diseño similar. Con el fin de competir con esos gigantescos jets comerciales, varios países europeos trabajaron conjuntamente para producir el Aerobús europeo.
El inicio de los viajes en Jet requirió que los aeropuertos construyeran nuevas pistas y terminales para manejar el despegue y el aterrizaje simultáneos de diferentes Jumbo Jets. La seguridad y la protección públicas también se convirtieron en una preocupación, lo que impulsó al gobierno federal a promulgar vastas regulaciones para las líneas aéreas.
El Impacto económico del turismo
Los viajes en jet convirtieron al turismo en una importante industria mundial. En un sentido amplio, la palabra turismo significa la práctica de viajar por placer. En un sentido más limitado, se refiere a la promoción y al negocio de los viajes. El turismo internacional es por sí mismo la partida más grande del comercio mundial, excluyendo los gastos militares de las naciones. La mayor parte de los viajes y el turismo mundiales se concentran en América del Norte, Europa y el Pacífico.
Según la Organización Mundial de Turismo (OMT), el 90% de los dólares del turismo mundial se gastan en sólo 15 países de América del Norte y Europa.
¿Qué tan importante es el turismo para la economía estadunidense? De acuerdo con la U.S Travel and Tourism Administration, los viajes y el turismo representan la tercera industria minorista más grande de ese país. Más de la mitad de los estados mencionan al turismo entre sus tres industrias principales. Los parques y campamentos estatales, nacionales y privados son las principales atracciones turísticas en Estados Unidos. Las atracciones privadas más populares son Disneyland en Anaheim, California, y Walt Disney World en Orlando, Florida. Los estados más beneficiados por el turismo son California, Hawai, Florida y Nueva York.
Impacto Cultural del turismo
Los viajes en jet son el factor más importante en la difusión del turismo en todo el mundo. Sin embargo, los efectos del turismo sobre los diferentes pueblos y sus culturas han demostrado ser tanto positivos como negativos.
En el aspecto positivo, el desarrollo del turismo ha salvado las brechas de los océanos y los kilómetros, fomentando la comprensión entre los pueblos de diferentes naciones y culturas. Nunca antes en la historia humana ha sido mayor la oportunidad de un contacto personal y un intercambio de culturas e ideas. Además de simplemente satisfacer la curiosidad, el turismo promueve la ilustración, la educación y la buena voluntad internacional.
Muchos gobiernos han señalado a la industria del turismo como una forma efectiva de estimular una economía estancada. En muchos países el turismo es la principal industria (y en algunos casos la única); sin él la economía local se vendría abajo. Muchas islas en el Caribe y el Pacífico Sur han recurrido al turismo como el único medio realista de sacar de la pobreza a sus sociedades. Además de crear una afluencia de dólares provenientes del turismo, esta industria también les proporciona empleo a los ciudadanos locales e ingresos de impuestos a sus gobiernos.
Cada dólar que gasta un turista cambia de manos más de tres veces al año. El turista gasta el dólar en un hotel o en un restaurante, los cuales se lo pagan a un empleado o un vendedor, quienes a su vez gastan ese mismo dólar en alimentos, ropa o vivienda.
En el aspecto negativo, el turismo ha afectado de una manera adversa a ciertas naciones en vías de desarrollo, ya que las ha expuesto en forma prematura a la tecnología y las ideas procedentes de otras culturas. En muchas regiones del Sud pacífico, África y el Caribe, la introducción del turismo ha afectado irreversiblemente la vida cotidiana (y no necesariamente para bien). En algunas culturas en donde antaño el crimen era inexistente, el desarrollo demasiado rápido del turismo ha contribuido con un elevado índice de criminalidad. El turismo también ha introducido como el juego, el materialismo y la codicia. Ciertas experiencias desagradables con viajeros descorteses y poco escrupulosos han creado un franco resentimiento hacia los turistas.
En algunas áreas de verano, los líderes del gobierno desconfían de la forma en la cual el turismo podría afectar el carácter del pueblo. Temen convertirse en una “nación de sirvientes”.
No obstante, el turismo es algo inevitable en el mundo moderno. Sus importantes beneficios económicos, educacionales y culturales superan con mucho las desventajas. Los viajeros de negocios, los turistas y los profesionales de viajes tienen una importante responsabilidad. Son embajadores personales de las ciudades, estados y países de donde provienen. Como tales, tienen la responsabilidad de aprender acerca de los diferentes pueblos y culturas y de respetarlos; de tener la mano de la bondad y la amistad humanas; y de promover las causas de la paz mundial, la ilustración y la dignidad humana siempre y a donde quiera que viajen
No hay comentarios:
Publicar un comentario